Cuando esperamos un bebé, es normal que estemos preocupados sobre cómo se desarrollará el parto.
Sí, sin lugar a dudas. Durante el embarazo podemos llevar a cabo algunas recomendaciones para ayudar a que todo vaya lo mejor posible.
Obviamente, la obstetricia es imprevisible y hay factores que no podemos controlar. Cuando una mujer va a dar a luz, el cuerpo se expone a un gran esfuerzo y hay que estar preparadas física y emocionalmente.
Así que, vamos a hacer una guía de consejos para estar lo mejor preparadas posible, tanto de forma física como emocional:
Es importante que vayas a los controles médicos y hagas las pruebas recomendadas por tu matrona, médico de atención primaria y ginecólogo/a. Así, en caso de que hubiera algún factor de riesgo, se podría diagnosticar, controlar, tratar y tener en cuenta para poder tener un embarazo y parto seguro.
Es importante cuidarnos y cuidar nuestra alimentación durante toda nuestra vida, pero especialmente durante el embarazo.
Es básico cuidar nuestra alimentación durante el embarazo para no aumentar mucho de peso. Varios estudios demuestran que sobrepasar los 9-12kg favorecen la aparición de factores de riesgo como diabetes o hipertensión.
En el embarazo es muy frecuente el insomnio, sobre todo en el tercer trimestre. Si por la noche no podemos dormir lo suficiente, debemos aprovechar para intentar descansar por el día, ya que eso ayudará a encontrarnos bien y con energía en la última etapa del embarazo y en el parto.
Está demostrado que el ejercicio en embarazadas, además de mantener a la mujer activa, disminuye molestias en la espalda y por pies hinchados, aumenta la flexibilidad y mejora los resultados obstétricos. Además, hace que los partos sean más cortos y aumenta la probabilidad de parto por vía vaginal.
En el embarazo se pueden practicar multitud de deportes como pilates, yoga, entrenamiento funcional adaptado a embarazadas, caminar, natación, fitball… evitando deportes de impacto o riesgo.
El masaje perineal está recomendado en mujeres embarazadas a partir de la semana 34, excepto en casos de cesáreas programadas, y lo puede hacer la propia embarazada como su pareja, si la tuviera. Está ampliamente demostrado que el masaje perineal permite reducir el riesgo de desgarros.
La realización del masaje debe hacerse en días alternos, durante 5-10 minutos y se puede utilizar algún aceite vegetal o gel lubricante hidroacuoso. Para hacer el masaje debemos lavarnos las manos, tener las uñas cortas e introducir un dedo unos 3-4cm, haciendo un poco de presión hacia abajo y los lados (sin friccionar).
Entre las semanas 27-32 se recomienda iniciar las clases de preparación al parto, ya que además de poder resolver dudas, podréis estar en contacto con otras embarazadas y compartir experiencias.
La llegada de un bebé es un momento maravilloso, pero también puede producir estrés por los propios miedos o dudas que surgen en la crianza.
Es importante, en caso de tener pareja, hablar acerca de la llegada del bebé y dejar algunos aspectos básicos claros, como puede ser el tipo de crianza o alimentación que se le va a dar al bebé, o algunas aclaraciones de cara a visitas y familia, para así evitar posibles conflictos futuros.
Si alguien te va a contar una mala experiencia de un embarazo o parto previo, coméntale que prefieres que no te lo cuente, ya que pueden hacer que vayas al parto con miedo, nervios y preocupación y, eso, obviamente, no va a ayudarte.
Disfruta de tu embarazo y ve a tu parto cargada de información y ganas, que seguro que será el día más increíble que vivirás en tu vida.
Nhaiara Domenech Vega
Matrona y Responsable de la Unidad de Educación Maternal
Hospital Quirónsalud Málaga