Causas y síntomas del parto prematuro
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CAUSAS Y SÍNTOMAS DEL PARTO PREMATURO

 

El parto prematuro, por definición, es aquel que se produce antes de la semana 37 de embarazo y siempre después de la 23-24 (momento en el que está considerada la viabilidad fetal).

 

Cuando hablamos de parto pretérmino, nos referimos siempre a una situación delicada, pues son bebés que no están aún en el momento óptimo para nacer.

 

CAUSAS DEL PARTO PREMATURO

Causas y síntomas del parto prematuro Existen varias causas que pueden predisponer a tener un parto pretérmino, tales como el consumo de algunas drogas (cocaína, anfetaminas), estrés físico o psicológico, obesidad o aumento de peso importante durante el embarazo, entre otras. Estos son factores en gran medida modificables. No obstante, existen otros factores no modificables que son los que más peso tienen a la hora de poder producir un parto pretérmino, nos referimos principalmente a los embarazos múltiples y al antecedente de haber tenido un parto pretérmino en un embarazo anterior.

 

En algunas ocasiones, aunque poco frecuentes, pueden presentarse una serie de circunstancias que nos hagan tener que provocar el parto antes de tiempo, induciendo así una prematuridad iatrogénica, sopesando siempre el beneficio/riesgo en la toma de decisiones. Estas situaciones podrían ser una preeclampsia severa, alteración del crecimiento fetal con modificación de los parámetros hemodinámicos, enfermedad hepática, rotura prematura de membranas, placenta previa con sangrado activo, desprendimiento prematuro de placenta o bien, un embarazo complicado.

 

SÍNTOMAS DEL PARTO PREMATURO

Una amenaza de parto pretérmino es aquella que se identifica antes de que se produzca el parto pretérmino y, para la que disponemos de medicación y medidas higiénico-conductuales para tratar de controlar, e incluso revertir, la situación. Habitualmente, comienza con la aparición intempestiva de contracciones antes de lo esperado. Estas contracciones son dolorosas, es decir, de alta intensidad y se irán regularizando cada vez más. En ocasiones, se puede asociar a la aparición de un manchado o sangrado vaginal. Ante esta situación, se recomienda siempre acudir a un centro de urgencias para realizar una valoración obstétrica y comprobar las condiciones cervicales mediante (como mínimo) una exploración, una ecografía transvaginal que valore la longitud cervical y una monitorización fetal externa (entre otras pruebas que se pueden realizar).

 

La longitud cervical es uno de los parámetros que más relevancia ha adquirido en los últimos tiempos, de cara a la predicción y prevención con relación al parto pretérmino. Su alta tasa de reproducibilidad entre observadores, así como la estandarización en su medición consensuada a nivel internacional, la hacen un parámetro altamente fiable. Tanto es así, que durante la ecografía morfológica de la semana 20, se ha incluido en los protocolos la realización de una medición de la longitud cervical para, en caso de que esté más acortado de lo habitual, establecer medidas profilácticas para reducir el riesgo de que se presente un parto pretérmino.

 

Es importante que conozcáis los recursos de los hospitales donde os controléis el embarazo, así como los niveles de acreditación de las unidades de neonatología, unidad de cuidados intensivos neonatal, etc., para acudir al sitio adecuado en caso de que se presente alguno de los signos de alarma arriba descritos.

 

Rodrigo Orozco Fernández 

Jefe de Servicio de Obstetricia y Ginecología 

Hospital Universitario Quirónsalud de Málaga